Ruta de 4 días por Mallorca

¿Viajas a Mallorca este puente de Semana Santa? Aquí tienes nuestra ruta recomendada con los must que no puedes perderte en tu estancia en la isla: naturaleza y aguas turquesas en su máxima potencia. 

Día 1. Empezamos el viaje adentrándonos en las increíbles curvas de la Tramuntana, donde nos topamos con la carretera de Sa Calobra, todo un espectáculo donde incluso celebran uno de los tramos del Rally Clásico Isla Mallorca debido a su pendiente y serpenteante camino. La bajada merece la pena por las espectaculares vistas y por sus dos destinos clave: el Torrent de Pareis, una cala rodeada de acantilados que hacen un paisaje único; y Cala Tuent, donde además te invitamos a parar a comer en el Restaurante es Vergeret, su terraza te invita a relajarte y dejar volar la imaginación entre el azul infinito que se pierde entre el mar y el cielo. Las paellas además son un espectáculo. 

Tras una parada para comer, continuamos la ruta entre los pueblos de Fornalutx, que mantiene su patrimonio arquitectónico de casas de piedra prácticamente intacto; Sóller, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, donde visitar la estación de tren que conecta con Palma mediante un encantador tren de madera que te traslada al pasado. Las naranjas son uno de los sellos de identidad de este pueblo perdido entre la Tramuntana, por lo que te invitamos a tomar un helado mientras paseas por el Carrer de Sa Lluna, una antigua vía medieval donde se encuentran todos los comercios. 

Tras un paseo, puedes coger el tranvía que, entre naranjos y naturaleza, te trasladan al Puerto de Sóller, donde ver el atardecer, dar un paseo, disfrutar de un chapuzón y sentarte a disfrutar de su oferta gastronómica en el restaurante Sabarca. 

Día 2. Comienza el día reponiendo energías con un delicioso desayuno en el barrio de Santa Catalina, el Soho Mallorquín, pero mejor, porque estás en Mallorca. Te recomendamos la Rosevelvet Bakery con su lema “sweet as hell”, su café es delicioso y el banana bread es de otro mundo. El mercado del barrio es un punto de encuentro para los lugareños, un espacio donde respirar el tradicional aire de los puestos de flores, frutas y pescado fresco.

Continúa el paseo hacia la calle Jaime III, nuestro propia gran Manzana donde encontrar todas las tiendas para un buen shopping. Girando a la derecha y bajando por el característico paseo de Borne vislumbraremos la ubicación de la majestuosa catedral de Palma, de visita obligatoria. Párate a observar los detalles de su fachada y su gran rosetón. Piérdete por los callejones y llega a una pequeña librería llamada Literanta, un rincón apacible donde encontrar siempre un buen libro. Para comer, el barrio del Portixol, junto al mar, es una de las mejores opciones. Un lugar tranquilo donde disfrutar del mejor pescado en su Club Náutico. 

Por la tarde ponemos rumbo hacia Valldemossa, un pueblo encantador que enamoró a artistas como Chopin y George Sand. Ubicado en la Sierra de Tramuntana es un lugar de pura belleza en el que podemos pararnos a contemplar sus vistas, entre casas de piedra y el contorno de la Real Cartuja, la iglesia y el Palacio del Rey Sancho. Chopin destacó que este pueblo era el “más hermoso lugar del mundo”, y no se equivocaba. Podemos parar a tomar un café y una deliciosa porción de tarta en el café Barbaflorida, una de las últimas aperturas que ha causado sensación por su filosofía de usar productos locales y naturales. 

El mirador de Sa Foradada es uno de los lugares más increíbles que podemos visitar en Mallorca. El escritor Julio Cortázar aseguró haber visto, durante una de las atractivas puestas de sol que se observan desde ese punto, el fenómeno científico del rayo verde, un efecto óptico que se contempla en la línea del horizonte entre el sol y el mar. Podemos finalizar el día disfrutando de uno de los restaurantes del mágico pueblo de Deià.

Día 3. No puedes irte de la isla sin visitar el faro de Formentor. De camino al extremo norte de la isla, donde arquitectura y belleza llegan a su máxima potencia, paramos en el pueblo de Pollença, lugar que inspiró a Ágatha Christie a escribir una de sus novelas. Visitar su antiguo monasterio subiendo los 365 escalones que finalizan en El Calvari y sentarse a gozar de sus vistas es imprescindible si llegas a este antiguo pueblo en el que podemos encontrar Talaiots de más de 3000 años de historia. El camino está envuelto de cipreses y casas tradicionales donde observar los antiguos patios mallorquines interiores. Tras volver de la empinada subida, cogemos el coche y nos dirigimos hacia las curvas que suben hasta el faro de Formentor, que inspiró al escritor Miquel Costa i Llobera en su obra “el pi de Formentor”.  Durante la subida nos encontraremos con el mirador de Colomer, la atalaya d’Albercutx y el destacado Hotel Formentor.

Cala Figuera, un pintoresco pueblo pesquero, es un punto ideal para hacer un descanso y nadar en el cálido Mediterráneo, sus aguas son transparentes y cuenta con dos calas: Caló d’en Boira y Caló d’en Busques. 

Para finalizar la jornada, un paseo por las callejuelas de Alcudia, que cuenta con un gran atractivo cultural debido a la muralla romana que la rodea, el poblado romano de Pollentia, con teatro romano y un casco antiguo medieval encantador. La playa de Alcudia es espectacular, y se encuentra entre las más famosas del territorio español. 

Día 4. Y para finalizar nuestra estancia en la isla, el último día visitamos el sureste de la isla con tres paradas obligatorias. La primera será la Colonia de Sant Jordi, un pueblo costero que cuenta con una de las playas más idílicas de la isla: Es Trenc, 3 km de aguas cristalinas y arena blanca que nada tiene que envidiar al Caribe. 

La segunda parada, Santanyí. Un hermoso y auténtico pueblo mallorquín donde pasear por sus calles y dejarte perder entre los puestos del mercado local, que se celebra todos los miércoles y sábados. Cuenta con múltiples galerías y curiosas tiendas de aire internacional. A unos kilómetros, en Ses Salines, podemos disfrutar de un sabroso menú en el restaurante Cassai, 100% recomendado. 

Por la zona nos topamos con el Parque Natural de Modragó, donde se encuentra ubicada Cala Mondragó, una de las playas más bonitas de la isla que harán que el final de tu viaje sea relajante y placentero. ¿Estás seguro de que te quieres ir?